Continuando la serie de artículos dedicados a los MOOC, en el contexto de mis reflexiones sobre la educación digital, destinaré este a exponer las principales características que diferencian entre sí a los cursos de este tipo, así como algunas de de las varias tipologías existentes.

En el breve período de tiempo transcurrido desde que surgieron los MOOC se ha producido tal difusión y evolución que los cursos actuales ya no responden al modelo único que podría deducirse de las siglas. La diversidad de tipos conduce a que hoy en día se establezcan diferencias entre ellos en términos tales como la interacción entre los participantes, la propia estructura de los cursos, las formas de evaluar los conocimientos adquiridos o los objetivos de la enseñanza o aprendizaje.

Con objeto de aportar alguna luz en la interpretación del lenguaje críptico que se utiliza al hablar de los MOOC en las siguientes líneas haré un breve resumen de las diferentes clasificaciones al uso en la actualidad, lejos del modelo original que suele presentarse de forma genérica para describir este tipo de cursos, incluyendo un cuadro con una sencilla comparativa sobre el estado del arte

Una de las topologías más conocidas, y más tradicionales, que se proponen para clasificar los MOOC los cataloga de acuerdo con la teoría pedagógica a la que responden en su esencia, diferenciándolos entre los cMOOC y los xMOOC.

Los primeros se basan en la teoría conectivista o conectista (de ahí la c) propuesta por George Siemens (Connectivism: A Learning Theory for the Digital Age) que dio origen a los primeros MOOC. Este autor presenta el conectivismo como alternativa a las tres principales teorías de aprendizaje (conductismo, cognitivismo y constructivismo) argumentando que fueron desarrolladas en una época donde todavía no se había experimentado el impacto de las tecnologías de la era digital en los modelos pedagógicos.

Según el enfoque conectivista, el aprendizaje, que puede residir en dispositivos no humanos, es un proceso que se asienta en la capacidad de construir, enlazar, alimentar y mantener nodos o fuentes de información especializados conectados por medio de redes, haciendo posible un aprendizaje continuo.

Adoptando esta visión conectista, los cMOOC se basan en la interacción entre los participantes orientada a la generación conjunta de conocimiento, dando así lugar a una especie de aprendizaje colaborativo constante donde el elemento principal no es el profesor, cuyo papel queda parcialmente relegado a proporcionar el contenido inicial y a asegurar que la generación en red del nuevo conocimiento es eficaz de acuerdo con los objetivos del curso, sino el alumno quien, por medio de interacciones con los recursos proporcionados en plataformas abiertas en red, va creando o cogenerando nuevo contenido.

Los cMOOC son pues distribuidos en el sentido de que los alumnos trabajan en red (no en grupo), sin hacer uso de un sitio Web único, mediante la ayuda del dispositivo tecnológico a utilizar que se constituye en el motor de interacción entre ellos proporcionando capacidades tanto a nivel individual como colectivo con herramientas tales como blogs, foros, redes sociales, sindicaciones de publicación, de intercambio de documentos on line, etc.

Un cMOOC es por tanto un curso algo alejado de la enseñanza tradicional con formatos poco estructurados donde el énfasis se pone en la habilidad y capacidad de los participantes para auto organizarse, interactuar y generar conocimiento de forma conjunta, así como de cooperar y trabajar en red. Responden adecuadamente a la característica de masivos, no solamente por aceptar una gran cantidad de alumnos, sino también por la amplia variedad de objetivos de aprendizaje y de líneas a seguir para alcanzarlos, definidos y creados por los inscritos en ellos.

Por el contrario, estas particularidades hacen que sean muy difíciles de evaluar por medio de pruebas objetivas y mucho más de asegurar una determinada certificación lo cual limita considerablemente su ámbito de aplicación y difusión.

Por su parte los xMOOC responden a una pedagogía más tradicional, basándose en la teoría conductista del aprendizaje, que implica una enseñanza directa y explícita donde el docente es el sujeto activo de todo el proceso, transmitiendo el conocimiento de forma vertical, diseñando los objetivos, proponiendo contenidos, controlando el desarrollo del curso y midiendo o evaluando la efectividad en la adquisición de aquel en forma de resultados.

Normalmente se ofrecen en plataformas que proporcionan las herramientas digitales necesarias para facilitar y mejorar el aprendizaje. Aunque no suelen regularse por medio de una metodología determinada o específica su estructura es más rígida que la de los cMOOC pues si bien, al igual que estos, promueven el intercambio de ideas y conocimientos entre los participantes con aplicaciones tales como foros de debate, la colaboración entre ellos se encauza normalmente a través de una única página Web que gestiona las acciones de todos y proporciona los conocimientos necesarios, pero siempre en torno a una guía, contenido o programa, dirigido y controlado por el profesor.

El aprendizaje se suele llevar a cabo por medio de unidades o módulos compuestos por videos cortos, material textual, etc., centrados y dirigidos a la adquisición de un determinado conocimiento, propuesto por el responsable del curso.  En estas condiciones el aprendizaje se manifiesta por medio de conductas medibles por lo que puede ser evaluado y certificado utilizando métodos tradicionales, o más actuales, como cuestionarios, preguntas, entrega de trabajos, etc.,  razón por la cual es el modelo adoptado por muchas universidades.

Debido a la dinámica de la evolución de los MOOC esta clasificación está quedando algo obsoleta pues continuamente surgen otros tipos que presentan particularidades de ambos, con una mayor diversificación pedagógica, dando lugar a la formulación de nuevas tipologías cuya ordenación atiende mas a la orientación del curso que a teorías pedagógicas. Entre ellas destacaré el prototipo propuesto por Lisa M. Lane (Three Kinds of MOOCs) donde a los dos tipos anteriores añade un tercero (denominado tMOOC) diferenciándolos en tres categorías determinadas por el enfoque principal del curso: orientado a redes, orientado a contenido y orientado a tareas.

El primer grupo (MOOC orientado a redes o network-based MOOC) se basa en el modelo de aprendizaje conectivista, incluyendo por tanto los cMOOC. El objetivo principal es adquirir conocimiento de forma colaborativa en redes abiertas, utilizando medios distribuidos, poniendo énfasis en la interacción entre los participantes en los cursos.

Un segundo grupo, orientado a contenidos (content-based MOOC) se distingue por prevalecer la adquisición de estos sin prestar mucha importancia a la interacción entre participantes, dado que, si bien puede establecerse, también es posible superar el curso de forma individualizada sin mantener relación con otros alumnos. Su modelo pedagógico es del tipo conductista por lo cual en él se integran los xMOOC.

Finalmente, el tercer grupo incluye los MOOC orientados a tareas (tMOOC; task-based MOOC) donde se prima la adquisición de aprendizaje mediante la realización de diversas actividades o trabajos. En este grupo también destaca por su importancia la creación de comunidades de participantes pero como apoyo al objetivo fundamental: la realización de tareas. Asimismo, el contenido se presenta de forma distribuida en diferentes formatos pero siempre con el propósito de llevar a cabo determinadas actividades para completar el aprendizaje. Esta mezcla de características hacen de los tMOOC un modelo híbrido entre las teorías conectivista y conductista.

En definitiva, en estos tipos se contemplan e integran características de los tres elementos (redes, contenidos y tareas) pero diferenciándolos por la orientación que destaca en cada uno de ellos, así como por otros elementos específicos, alguno de los cuales utilizo para elaborar la comparativa que expongo en el cuadro adjunto.

Síntesis comparativa de diferentes tipos de MOOC (elaboración propia) 

 En sucesivos artículos continuaré presentando algunas peculiaridades, consideraciones y reflexiones sobre este pródigo, y también controvertido, mundo de los MOOC.